El calabacín es una verdura altamente digerible y de excelentes propiedades diuréticas gracias a su alto contenido en agua y bajo aporte calórico. Su tamaño oscila entre los 20 y 40 centímetros y tiene una pulpa blanca y jugosa. Sus aplicaciones en la cocina son muy numerosas: se puede hervir, empanar, freír o acompañar con cualquier otra verdura en guarniciones de carnes y pescados. El calabacín se puede consumir tanto crudo, como un ingrediente más de ensaladas, como cocido. Si se va a cocinar no es necesario pelarlo, siempre que esté bien lavado, ya que es el modo de aprovechar mejor todos sus nutrientes.