Tras hablaros del real food, hoy os queremos hablar de otra tendencia que a freskko nos encanta y que es otro de nuestros pilares: slow food.
Slow food, es un término que nace como contrario al término fast food.
Este concepto fue creado hace más de 25 años por el italiano Carlo Petrini. Promueve las comidas caseras, el disfrute de las comidas con amistades o familiares, así como el consumo de productos locales y orgánicos que respeten el medio ambiente. Aconseja comer despacio y disfrutar de la comida más sana, tiene como propósito fomentar la felicidad y autodeterminación.
Algunas ideas en las que se basa esta propuesta son:
1.- Hacer las compras en mercados locales. Utilizar el comercio de proximidad. De esta forma, apoyamos al comercio de cercanía y ayudamos a la sostenibilidad del planeta, al reducir los efectos del transporte.
2.- Preparar comidas caseras, con productos frescos de calidad y disfrutando con el modo en que las cocinamos. Elegimos productos de temporada, seleccionamos recetas y las cocinamos con dedicación.
3.- Sentarse a comer sin tener el televisor encendido, apaguemos los móviles o cualquier otro dispositivo. Aprovechar las comidas familiares o con amigos para hablar con ellos y regocijarnos con su compañía. Y si comemos solo, hacerlo en paz y saboreando cada bocado.
Gracias a su aceptación en los 80, el movimiento slow food generó una fundación sin ánimo de lucro que se encarga de promoverlo por todo el mundo. La Fundación Slow Food cuenta en la actualidad con más de 100 mil socios y se encuentra presente en 160 países del mundo. Su símbolo es el caracol que describe el principal concepto de esta tendencia la lentitud como disfrute.