Las setas son alimentos con un bajo contenido calórico. Sólo contienen 20 calorías por cada 100 gramos gracias a su alto contenido en agua. Además presentan buenas cantidades de vitaminas del grupo B, en concreto B2 y B3, y son fuente importante de minerales como el yodo, el potasio y el fósforo. Las setas admiten multitud de preparaciones en la cocina. Se pueden consumir solas, salteadas con un poco de aceite o incluirlas en ensaladas, revueltos, como guarnición o como relleno de guisos de pescado y carne, en platos de pasta y de arroz.