La remolacha es un tubérculo comestible que debido a su tono rojo intenso es muy popular en ensaladas y como guarnición de carne o pescado para dar color y aportar un sabor dulce. Tras cocerse en agua salada se puede consumir tanto fría como caliente. Entre su gran variedad de nutrientes destacan los carbohidratos, la fibra, los minerales (potasio, calcio, hierro, fósforo y sodio) y las vitaminas. Además favorece el desarrollo normal de las células gracias a su alto contenido en folato. Las remolachas están en el mercado durante todo el año. En invierno se producen en las regiones del norte, centro y Levante, mientras que en primavera y verano su producción se centra en Andalucía. Las remolachas frescas pueden durar de dos a tres semanas si se mantienen en el frigorífico y en el interior de una bolsa de plástico.
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