De aspecto plano, comprimido y alargado. Es un pez blanco muy utilizado en las dietas de adelgazamiento (por su bajo contenido en grasas) y posee muchos nutrientes. El gallo puede cocinarse de múltiples formas: a la plancha o al horno mantiene la mayor parte de sus propiedades y es más propio de dietas, mientras que los filetes de gallo rebozados, muy ricos pero más calóricos, resultan idóneos para los niños. Los ejemplares de mayor tamaño son muy sabrosos y sus lomos gruesos admiten el acompañamiento de una extensa variedad de salsas. Los gallos más pequeños, por su parte, son más adecuados para cualquier tipo de fritura.